jueves, mayo 18, 2006

A los hombres de buena voluntad


Como siempre que leo un libro, tengo bien cerca a mi vera, un bolígrafo y una libreta donde apunto esas palabras, frases o párrafos que me han tocado de forma profunda. Este libro merece la pena. Es un libro de pequeñas historias que van siendo contadas sin ninguna relación aparente entre ellas. Con el paso de las hojas vas encontrándote cómodo leyéndolo y descubres determinadas relaciones entre una historia y otra, enlazadas con historias o conceptos completamente abstractos. Me encanta este tipo de libros. Muchas veces separas la vista de las letras y, con una sonrisa de complicidad, piensas si el autor habrá querido decir eso que tú estás pensando, o si, por el contrario, eres un "mal pensado", en el mejor sentido de la palabra, y para nada ha querido decir eso. No sé, esa forma de escritura da mucho pie a dejar volar la imaginación del lector y, al fin y al cabo, eso es lo que uno busca cuando abre la primera hoja de un libro...

"El sudor se descolgaba lentamente, en otro intento fallido de convertirse en lágrima"

"Mátame cuando quieras y así nunca dejarás de pensar en mí"

"Un día en la vida de una persona no es nada, si no es el día de su nacimiento o de su muerte, o aún mejor, el de su continuidad"

"...había nacido levantado. Era un niño despierto en un mundo dormido"

"¿Queréis ser como yo? Pues sed vosotros y olvidadme"

"La felicidad no es un estado sino una forma en la que se nos presenta el pasado"

"Y si muero volveré, prométeme que si un día muero antes que tú, harás escribir 'volveré' en mi lápida"

"Compartir una misma vida y un mismo destino, sólo denota estupidez y cobardía"

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