viernes, julio 20, 2007

Tiempo...


Esa sensación de abatida, de hundida, encerrada, igual que Andrés, en su torre de marfil...

De repente, por sorpresa, suenan canciones, unas de despedida, otras de esperanza... No sabía a cuál aferrarse más... La esperanza dicen, es lo último que se pierde.. pero ella quizá había perdido todo ya... Incluso esa efímera duda, escrita sobre la arena de una tibia playa, había sido eliminada, censurada, víctima del tiempo, que es verdugo de ilusiones.. Y sin embargo, a él se arrodillaba ahora...

Su esperanza era el tiempo... Tiempo que pasa fugaz, tiempo que más de una vez había oído que era implacable.. Tan sólo dedicaba sus minutos a recordar aquella frase que, ahora más que nunca, reflejaba su estado de ánimo:

Tiempo, tiempo quieres,
tiempo es todo lo que tengo


Le daba miedo mirar hacia adelante y sólo ver "tiempo"... Le daba miedo escuchar sus propios latidos sólo con pensar... Le daba miedo recordar, le daba miedo olvidar...

Un mísero minuto más hubiera valido todo el oro del mundo, vendería su alma por una sonrisa más, recorrería medio mundo por un suspiro suyo, olvidaría todo por una sencilla y simple mirada...

Seguía dando vueltas y vueltas sobre aquel suelo recién encerado... ¿Por qué le había venido a la cabeza ahora esa historia? ¿Por qué ahora tenía ganas de reir? Su cabeza, definitivamente, había perdido el juicio.. un juicio que quizás nunca había, ya no utilizado, sino poseído... Aquel paquete de Marlboro le había vuelto loca...

Y ahora buscaba desesperadamente un nuevo cigarrillo mientras, por qué no decirlo, se enjuagaba las lágrimas provocadas por ese poema cargado de miradas, sonrisas, besos y caricias ocultas...




P.d: El dibujo "Torre de marfil y mujer gigante" se lo debo a Emmanuel Jorge García

domingo, julio 15, 2007

Conviene entrar penultimo en la meta de la vuelta a la infancia en patinete


Excesivo tiempo he tardado en actualizar.. Llevaba una semana intentando escribir algo con sentido, algo con lo que reanudar el funcionamiento de esta ventana abierta a mi vida, a mi cabecita y a los pensamientos que en ella encierro... Sin embargo, no sabía muy bien cómo hacerlo...

Lo primero a comentar: por fin soy ingeniero. El período universitario ha finalizado. El otro día, tomando un café con mis tutores, me dijeron que ahora sentiría un momento de vacío.. como de "objetivo cumplido" y sin miras cercanas.. Al principio pensé que ese pensamiento no tenía mucho sentido, puesto que nuestras vidas siempre discurren por un camino que nos vamos marcando con antelación... Sin embargo, el paso de unos días ha sido suficiente para confirmar esa teoría... Quizá este camino nunca lo había marcado antes.. Lo he pensado, pero nunca fijado..

Me explico: durante estos años, el día de hoy lo había imaginado muchas veces.. Sin embargo, cuando llega de verdad, observas que hay mil opciones que elegir, mil caminos que te acercan o separan de las personas que hasta ese momento han sido tus compañeros de viaje, mil caminos que ahora dudas si tomar o no. La palabra "última" aparece por primera vez entre las diez palabras más utilizadas en tu vocabulario.. El sentimiento de "despedida" sobrevuela el ambiente.. Quizá es ahora el peor momento, quizá en dos meses la palabra "primera" y el sentimiento de "presentación" aparezca y la tristeza se vaya diluyendo... pero será distinto, y al ser humano, lo diferente, lo nuevo, le asusta, le da miedo (con segundas o sin segundas, como queráis)

A veces me gustaría volver atrás, hacer las cosas bien o, sencillamente, repetirlas... Supongo que esta sensación la hemos tenido todos en algún momento... Por otra parte, miro al futuro con ganas, con ilusión, con algo de miedo (por qué no decirlo).. En definitiva, quizá en el presente no se esté mal, al fin y al cabo..

Por cierto, para acrecentar toda esta filosofada sobre la vida, recomiendo echar un vistazo a esto (la rueda de la vida budista). En los ratos aburridos, navegar por internet te da este tipo de entretenimientos... Me pareció muy interesante y curioso..