Quebrantos
Recuerdo aún esos días,
en los que todo se olvidaba por momentos.
La luz de las estrellas
desaparecía en el infinito
engalanada con su tenue brillo.
Recuperados ya de los oscuros caminos
que usurpaban la memoria,
troceaban la inocencia.
Olvidados ya los viejos cantares,
que sonaban como el vuelo de libélulas
en el estanque de la pena.
Huyeron los llantos de las sirenas,
que alcanzaron la victoria en un suspiro,
quebrando millones de intenciones,
millones de promesas.
Ocultaron la rabia contenida
en un azul y plomizo vendaval.
Las pasos lentos y profundos del mar
hicieron mella en este abismo
en el que caemos.
La vida y la muerte pelean
por un final mejor,
por un rotundo adiós.
Te sientes observado,
intangible en su pensamiento,
obligado a seguir las huellas del sufrimiento.
No mires hacia el pasado,
encuentra luz en estas sombras,
oscurece la mañana,
deslumbra el Sol su atardecer.
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