38 minutos en el aire...

Esta semana he dejado un poco abandonado el blog. La verdad es que tampoco he tenido tiempo para mucho... Mi periplo de tres días por Madrid y Zaragoza ha sido más que satisfactorio.. Madrid empieza a ser una ciudad que me llama la atención cada día más... Lo que comenzó como un odio completo a esa ciudad, se convierte día a día en una especial atracción... Empiezo a descubrir el encanto de cada rincón. En el fondo, creo que a todos nos pasa lo mismo.

No es una ciudad que enganche a primera vista, sobre todo, a un pobre salmantino, que, de entrada, no acepta tanta actividad, tanto movimiento, tanta gente por todos los sitios y a todas horas... pero según la visitas, y una vez que aceptas el diferente ritmo de vida, aprecias la belleza que es sentir mil y una ciudades embebidas en una única. Creo que la clave es crearte "tu propia Madrid" a partir de todas las características que te ofrece la ciudad.

Acabo de recibir la noticia de que uno de mis mejores amigos de la infancia parte hacia la capital a comenzar su vida laboral... Con cosas como ésta, se toma conciencia de que el tiempo va pasando, y quizá no tan lentamente como uno quisiera.

Por cierto, he hablado de Madrid, pero no he hablado de Zaragoza... Volví a visitarla después de más de diez años, así que mis recuerdos eran bastante escasos por no decir nulos... pero quedé sorprendido... Me gustaron sus calles, sus gentes, su ambiente... En definitiva, se puede decir que quedé prendido...

Y subí por primera vez en un AVE... hay que ver! Cuántas cosas he hecho en tres días!