domingo, mayo 10, 2009

porque no tengo talento...



Ayer, de regreso de Valladolid, durante la puesta de sol, recordé el rayo verde... Un fenómeno óptico, una canción, un libro... tantas cosas, recuerdos... en sólo dos palabras...

Dos palabras y un hecho que encima, nunca he observado con mis propios ojos... Igual que en Alaska los sueños se intercambian durante los períodos primaverales y otoñales de la aurora boreal, quién sabe qué cosas pasarán en los instantes en los que el Sol se convierte en verde...

Cuenta la leyenda (o al menos la que se nombra en el libro de Julio Verne) que si dos personas ven en el mismo momento el rayo verde, quedan enamoradas la una de la otra...

Qué cosas...

Y eso que estamos inmersos en medio de una pandemia puramente periodística...

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