martes, octubre 07, 2008
Cogiendo carrerilla...
Mi último mes y medio madrileño lo dediqué a dejarme llevar por el esparcimiento que implica salir uno con sus pensamientos, un reproductor de música y escuchar su propia respiración (podríamos llamar jadeos) Ahora echo de menos "mis dos parques"...
Quince días después, hoy he vuelto... 1300 metros repetidos con velocidad angular... No es el parque de Calero, con su subida, que a partir de la segunda pasada se transformaba en mortal, y su bajada, agradecida inicialmente e interminable en la última vuelta... No es el parque de Breogán con su suelo sinuoso, al que le acabé por encontrar la gracia...
Aunque los sentimientos por los seres inertes son volátiles y recurrentes... y encontraré en Salas Bajas, en los márgenes del río Tormes, un compañero de viaje ciertamente igual de relajante...
Por lo demás, mi regreso no ha podido ser mejor... Vuelvo a trabajar para mí, con la mayor de las ilusiones y encima proceso imágenes de una cámara "on-board" en un circuito de karting... puedo pedir más?
"Lo que se ha pagado con lágrimas, no se devuelve con agua salada...
El amor se alimenta de paciencia tanto como de deseo"
(El Viaje de Baldassare, Amin Maalouf)
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