Los números pares me ayudan a olvidar...

Hay determinadas voces que directamente me encienden... ya sea de una manera u otra... Hay voces que encienden mi vena pensativa, melancólica, silenciosa... y otras voces encienden mi parte ruidosa, ésa que es políticamente incorrecta nombrarla... esa parte que todos tenemos y mucha gente se esfuerza en esconder... Es un ejercicio saludable, cómico y paradójico imaginar a la gente seria en sus momentos de licantropía salvaje...

Tulsa tiene la capacidad de encenderme en ambos sentidos... Hay canciones suyas que tocan lo más profundo de mis sentimientos y otras que tocan lo más superficial de mis instintos... Yo creo que no son las canciones en sí, sino esa voz, rasgada y dulce a la vez...


Christina Rosenvinge - Tu boca
En una entrada hablando de voces rasgadas, no podía faltar Christina Rosenvinge... y no pondré nada de Nawja Nimri porque empezaríais a pensar mal de mí y de mi estado mental...

Sólo sé que una voz dulce... un leve toque de sensualidad... una sonrisa... producen una sensación de knock out temporal, que hace que la vida sea más bonita, que las horas no importen tanto... Es así... Llamadme clásico...