Cada mañana de los últimos "casi cuatro meses" me encuentro con la misma imagen..
Sitúo la escena: una acera de dos metros escasos de ancho, plagada de árboles.. además de unas vallas a las que no les consigo entender todavía ningún tipo de funcionalidad... Tres colegios juntos... Una avalancha de niños que hacen su entrada a las nueve menos diez de la mañana, acompañados por sus respectivos padres/madres...
Cuando cruzo por ahí, escasamente llevo dos minutos recibiendo el aire matutino, y menos de veinte minutos levantado.. así que, nunca mejor dicho, podríamos decir que aún sigo en plena fase REM... Y qué mejor forma que esos cien metros de agobio para caer al mundo real, al frío de cualquier comienzo de día, al odio momentáneo a todo aquello que se asemeje a un ser humano... Desaparecen como por arte de magia las ojeras y comienzo el día con una buena sesión de estrés y slalom entre "madre histérica-niño de la mano-mochila arrastrada" y "padre histérico-niño de la mano-mochila arrastrada"...
Por cierto... Hay gente con la que nunca te gustaría perder el contacto... Queda ñoño, pero es así... Y personas de las que no te olvidarás... nunca...
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