"Había una vez un mono que se lo pasaba muy bien
subiéndose a los árboles y colgándose de sus ramas.
Unas veces se colgaba con las manos y otras con los pies.
Y cuando oscurecía y muy bien no se veía,
el mono parecía un pijama puesto a secar"
Me acuerdo que de pequeño mi hermano me llamaba "mono imitamonos". La imaginación de Consuelo Armijo dio mil y una razones a los demás para reírse de mí y a cada acción que hacía semejante a mi hermano, éste aprovechaba para realizar la correspondiente gracia.
Pasan los años y hoy soy yo quien puedo afirmar y reírme de mucha gente que sigue siendo, a sus "veintipico" años, un mono que imita a los demás monos. Tanto que voy de independiente, espero haber pasado esa época (esta afirmación la digo con bastante cautela), pero alguno se atascó en los diez años.
El sarcasmo es un don que pocos tienen y el que lo tiene lo aprovecha a un rendimiento extraordinario. La palabra es el mejor arma en una guerra...
Por cierto, hace unos días me decía a mí mismo que acababa de hacer el último examen de mi vida... Para nada, acabo de descubrir ahora mismo que cada dos años me espera un examen mucho más exigente que cualquiera de los que haya hecho hasta el momento... La ITV... ese cruel enemigo... hay que ver... cómo se pone esta gente... lo dicho, hay quien no manda ni en su casa y no hay más riesgo que darle a un tonto un carguito... un carguito o regalarle un día de inteligencia... para el caso es igual de peligroso...