miércoles, abril 24, 2013

Me faltan gafas grandes... y volar a Los Ángeles sólo por amor... igual que un buen actor...



IZAL - Magia y efectos especiales

Últimamente de lunes a viernes tengo una cabeza altamente ocupada... quizá por eso mi frecuencia de escritura en este blog se ha reducido tan drásticamente (bien imagino que irá en aumento exponencial en breve)... Tengo mi agenda de ToDo's laborales excesivamente recargada y, cada día que pasa, siento mayor presión, externa e interna...

Como ya he dicho varias veces, desde joven tengo una especie de capacidad de "cerrar" mi cabeza en horario no laborable... eso me ha hecho ganarme a pulso comentarios de que "soy un vago", de que "no trabajo lo suficiente", de que "siempre estoy en el límite", etc... porque cuando la gente me ve, me ve siempre relajado, despreocupado, etc... pero bueno... a eso ya me he acostumbrado... cuando tengo presión encima, trabajo como nadie (aunque quede ególatra decirlo), pero como nadie me conoce mejor que yo, pues sé que necesito mis momentos de liberar presiones, porque si no, mi cabeza explota (y no sería la primera vez que explota seriamente)...

Cuando cierro la puerta del despacho, el 90% de mis preocupaciones laborales (que no son pocas) quedan dentro... tan sólo me llevo un 10%... sí... obviamente, tampoco es que sea un robot... algo siempre te llevas... esos posos que generan intranquilidad en determinados momentos: cuando estás cenando, antes de dormir, cuando estás tirado en el sofá viendo como un equipo de esa ciudad alemana que me ha enamorado tras mis dos visitas a ella (y eso que en una de ellas, tuve uno de los momentos más tensos de mi vida (merecido con creces) pero que acabó con una gran fiesta en la fábrica de Paulaner (y bueno... antes con algo más...) ) le da un repaso al equipo que una vez fue de mis amores y que ahora es de mis odios...

Pero bueno... que me voy del tema... que a pesar de que me llevo el 10% de mis problemas a casa, cuando cierro la puerta del despacho logro, más o menos, controlar el estrés, logro controlar la presión con la que convivo y, por tanto, la gente me ve absolutamente normal... sin percibir que realmente vivo en una presión continuada, que el estrés me domina por momentos y que las preocupaciones asaltan y se hacen dueñas de mi mente durante muchos minutos cuando estoy sentado en esta mesa....

Sea como sea, estoy agusto en esta situación... me conozco y sé que así soy capaz de generar un rendimiento que en otra situación (más calmada) sería impensable... De hecho, llevo un mes en el que mis resultados se han multiplicado, soy capaz de sacarle el jugo hasta al último segundo delante de este ordenador... mi cabeza tiene hasta mejores ideas, y esa sensación del "trabajo bien hecho" al final genera una cierta satisfacción, que es capaz de compensar los malos momentos que tengo...

Por otro lado, la música... fiel compañera en mi vida siempre... como ya he dicho más veces, uno siempre acaba relacionando lo que escucha con lo que hace o lo que vive en ese momento... El otro día me pasaron (una de mis fuentes musicales favoritas) este vídeo... De por sí, me gustan los vídeos sin nada pensado ad-hoc, en vivo, "a pelo", tal cual, lo que salga... pero es que encima, este grupo me ha ganado desde el primer día... La única pega? Que desgraciadamente (esto es cuestión de momento temporal) quedará relacionado ya con multitud de líneas de código en MATLAB... Qué le vamos a hacer... ;)

Y esta noche... concierto de Luis Ramiro... otro gran compositor de la BSO de mi vida...

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