miércoles, marzo 07, 2007

Martini Girl...


Llevo unos cuantos días pensando en un tema, quizá no excesivamente común... Tras leer diversas reseñas de libros de Antonio Escohotado me he interesado quizá un poco más en la historia de las drogas y la importancia que tienen éstas en nuestra sociedad desde hace un largo tiempo...

No quiero hacer una reflexión de la historia en sí, sino más bien del uso que hoy en día les seguimos dando... La gente (o al menos a mí me pasa) cuando habla de "drogas", pega un salto directo a la heroína, cocaína, etc... pero no hay que irse tan lejos... el alcohol se considera droga también, pero ésta sí aceptada por la sociedad y me atrevería a decir que necesitada por la misma...

El hombre es un animal extraño por muchos aspectos, y uno de ellos es por el de ser social, y ello implica muchos beneficios respecto a los demás animales... pero también uno de los grandes perjuicios.. y es el del cohibimiento de los instintos...

Por esto siempre he sido de los que piensa que las drogas son necesarias en una sociedad como la nuestra, y ya desde la antigua Grecia se tienen datos de elementos tóxicos que modificaban el carácter de una persona.

Es triste asumir que una persona ha de desactivar determinados mecanismos sociales para convertirse en sí mismo... Hoy es el alcohol el principal baluarte de la "droga social"... Sin ir más lejos, está bien visto tener cerca una bebida alcohólica en cualquier celebración.. Champán en Nochevieja, Vino en una comida especial, "barra libre" después de la Boda... Y cómo no! El fin de semana, plagado de copas... Si esto lo extrapolamos a otras sociedades, nos encontramos con la importancia del opio en las sociedades asiáticas a partir de la llegada de Alejandro Magno, o el clorhidrato de cocaína y hongos alucinatorios de los aztecas...

En definitiva, el ser humano siempre ha necesitado de algún tipo de sustancia para retractarse de la realidad y realizar aquellos actos que su afán social le prohibía cometer... En definitiva, desinhibirse y acercarse a sus instintos... Es triste pensar esto así, pero es una de las mayores desventajas que se le encuentran al hecho de ser un animal social...

Con lo fácil que sería muchas veces dejarse llevar siempre por los instintos y ser feliz... y no, al revés, tener miedo de ser uno mismo. Cuando nos dejamos llevar, sin temores, sin riesgos... respiramos un ambiente de felicidad que ninguna droga, por mucho miedo que le tengamos nos podría proporcionar nunca... Sin embargo, y por mucho que nos pese, seguimos coartando nuestra felicidad imponiéndole mecanismos sociales... No deberíamos tener miedo a hacer las cosas que nos hacen felices.. y si consiguiéramos esto, ninguna droga (ni siquiera el alcohol) sería necesaria...

Por cierto... Ya que he hablado de Escohotado... la primera vez que lo conocí fue en esta canción de Calamaro, en la que él aparecía hablando al final..., así que ahí va...




Andrés Calamaro - Nunca es Igual


El gaucho se despierta a la mañana
y mira el horizonte otra vez
lleva sin dormir una semana
perdió una china de rojo libanés

Qué está pasando
algo está cambiando!
siempre era el que apagaba la luz
qué está pasando
grita el viejo Armando
mientras hace trampas en el mus.

Qué verde que amanece con María
qué fácil que parece el porvenir
cuando el gaucho
saluda al nuevo día
qué bien, hoy va a comer!

Pobrecitos animales de la granja
les falta el alimento... principal
a la vaca que da chocolate
le queda chocolate comercial

Qué está pasando
algo está cambiando!
siempre era el que apagaba la luz
qué está pasando
grita el viejo Armando
mientras hace trampas en el mus.

Qué verde era mi valle cuando había
una china siempre en mi habitación
eso sí, la cama nunca está vacía
pero: no es igual
nunca es igual.

Qué está pasando?
algo está cambiando!
siempre era el que apagaba la luz
qué está pasando
grita el viejo Armando
y le hace trampas en el mus...

A. Escohotado: Parece que no hay mal que resista mucho sueño y ayuno
nos dicen que hagamos otras cosas
y especialmente
que nos miremos ciertos líquidos
periódicamente
asíduamente.

Pero yo no conozco mal que resista a veinte horas de sueño y un prudente ayuno
ayuno quiere decir, por ejemplo
tomar gazpacho y ajo blanco
y en invierno guisos con abundante tocino
y pan.

Y darse cuenta de que no siempre que uno piensa que se va a morir y que está hecho polvo
se muere uno
y entonces si tenemos miedo
no evitamos el dolor
pero encima lo anticipamos
quiero decir... para seguir viviendo
a veces
con tal de estar sanos
vamos a hacernos chequeos
nos preocupamos porque nos ha salido una mancha... un dolor
nuestra meta es vivir largo tiempo
y claro
en el fondo no pretendemos vivir largo tiempo
pretendemos vivir a secas
pretendemos vivir
si uno intenta vivir largo tiempo el día a día se puede envenenar bastante
pero si uno no intenta cuidarse tampoco es buen plan
uno confunde la valentía con la temeridad
se granjea grandes cantidades de dolor
de modo que es muy delicado. Cuentan de Alejandro que una vez se metió en un río tumultuoso de la India, todo con barro
persiguiendo al ejército que peleaba con él
y que cuando iban en mitad
los caballos perdieron pie
aquellas aguas estaban heladas
y se volvió a sus compañeros y les dijo:
"me cago en la leche
os dais cuenta las cosas que tengo que hacer para que me tengais respeto?"
eso pasa poco ahora
eso pasa poco ahora.
Respeto, respeto, respeto...

3 comentarios:

Nagore dijo...

P
R
I
M
E
R
AAAAAAAA!

;)

Cierto,cierto,cierto.Todo lo que dices. Lo malo es que los instintos de algunos sea dejar al personal los ojos morados!

Un beso!

Anónimo dijo...

Hola,

Pues la obra más universal de Escohotado está por publicar, aunque se pueden consultar las notas que hasta el momento ha publicado en
LOS ENEMIGOS DEL COMERCIO

Un placer leer una exposición siempre brillante y un uso del lenguaje que le convierten en el filósofo más trascendental del principio del siglo XXI.

Saludos

;-)

Jesús :: La Fase REM dijo...

@nagore: Bueno, entonces quedémonos sólo con los instintos positivos jeje ;p

Un beso ;)

@anónimo: Gracias por el enlace... De acuerdo contigo en todo, menos en las calificaciones... excesivamente pronto como para darle el "cargo" de filósofo más trascendental de principios del s. XXI...

Un saludo ;)