Ya pasó lo peor... la semana de aterrizaje posterior a la desconexión vacacional ha pasado... No he llegado a la tan famosa depresión postvacacional, pero cerca he debido estar...
Una vez retomado el ritmo, todo vuelve a la normalidad... afortunada o desafortunadamente mi cuerpo se ha habituado a la monotonía "entresemanal" y soy capaz de vivir feliz en ella...
Aunque, mejor pensado y, por lo tanto, mejor dicho... La monotonía hace un tiempo que está desaparecida... Y me gusta...
La frase... de ésas que te vienen a la cabeza leyendo en algún periódico hipocresías y falsedades... y aún así, sólo el hecho de recordarla, te hace esbozar una sonrisa...